Es el elemento más importante de la imagen corporativa, formado por colores, imágenes o letras, es la seña de identidad para que los clientes puedan identificar tu empresa, marca o sociedad.
Podemos decir que existen 4 clases según las características que tengan:
Logotipo:
Propiamente dicho son sólo aquellos que están compuestos por una o varias tipografías y un conjunto de letras, sin dibujos, imágenes, iconos, etc.
Imagotipo:
Está formado por un icono y un conjunto de letras. Se trata de una estructura claramente divisible, dado que los elementos trabajan de manera conjunta, pero también podrían hacerlo por separado.
Isologo:
Conjunto de letras e imágenes, que se entremezclan siempre de manera conjunta que, al contrario que el Imagotipo, no se puede dividir.
Isotipo:
Son aquellos que son representados con una fuerte carga simbólica y expresan o comunican la marca sin necesidad de mencionarla de forma tipográfica o con textos.
Este último a su vez está dividido en seis:
Inicial:
Aquellos que solo muestran la inicial de la marca como única representación gráfica.
Sigla:
Utilizan dos o más letras formando las siglas de la marca.
Monograma:
Es la unión de dos o más letras, que pueden no ser las siglas, pero que representan la marca.
Firma:
Representa el nombre de la marca, normalmente cuando se trata de una marca personal. Gráficamente se muestra con la caligrafía de la firma de la persona, y no siempre es plenamente entendible.
Anagrama:
Unión de varias sílabas de las marca, utilizado especialmente en marcas con nombres largos.
Pictograma:
Parte icónica que prescinde de las letras, es el isotipo más aspiracional.